domingo, 21 de abril de 2013

-La vacunación en el mundo




El desarrollo de vacunas seguras, efectivas y asequibles junto con la puesta en marcha de programas de vacunación, han permitido disminuir la incidencia y la mortalidad de enfermedades víricas y bacterianas en la población.



La Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) (Expanded Programme on Immunization, EPI) en 1974 para acercar la vacunación frente a viruela, BCG, DTP, poliomielitis y sarampión a todos los niños del mundo. Mediante este programa se consiguió la erradicación de la viruela y la suspensión de la vacunación frente a la misma.




Infecciones/ agente infeccioso
Edad media de infección

  (años)*
Período interepidemico

(años)

R0
Cobertura de vacunación crítica para interrumpir a transmisión pc

(%)
Sarampión
4-5
2
15-17
92-95
Pertussis
4-5
3-4
15-17
92-95
Parotiditis
6-7
3
10-12
90-92
Rubéola
9-10
3-5
7-8
85-87
Difteria
11-14
4-6
5-6
80-85
Polio virus
12-15
3-5
5-6
80-85
Viruela


5-7
80-85


La influenza es una enfermedad viral aguda muy contagiosa que se presenta con mayor intensidad durante los meses de octubre a mayo. Se presenta súbitamente con hipertermia, acompañada de mialgias, dolor faríngeo, postración y tos no productiva. Los casos más graves pueden llegar a ser mortales, lo mismo en adultos que en niños por las complicaciones neumónicas que pudieran presentarse.

Cada año, expertos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (CDC) y otras instituciones estudian muestras de virus obtenidas en todo el mundo. Estas instituciones identifican los virus de la influenza que tienen mayores probabilidades de causar enfermedades durante la próxima temporada de influenza de manera que la gente pueda estar protegida contra ellos a través de la vacunación.
  • virus tipo A/California/7/2009 (H1N1)pdm09;
  • virus tipo A/Victoria/361/2011 (H3N2v);
  • virus tipo B/Wisconsin/1/2010 (de la línea de virus B/Yamagata).


El objetivo de la eliminación del sarampión, siguiendo distintas estrategias de vacunación está planteado en la Región Americana, en la Europea y en el Pacífico Este. El control de enfermedades como el tétanos neonatal, la difteria o la rubéola congénita se encuentran entre los objetivos de "Salud para todos en el siglo XXI".

Las infecciones por patógenos intracelulares como virus, algunas bacterias y numerosos parásitos son neutralizadas en la mayoría de los casos tras la activación de respuestas inmunitarias específicas mediadas por linfocitos T, que reconocen los antígenos extraños y eliminan las células infectadas. Las vacunas contra estos organismos infecciosos se han basado tradicionalmente en la administración de organismos enteros atenuados o in-activados  Actualmente la investigación se centra en el desarrollo de vacunas compuestas por subunidades que contengan los antígenos más inmunogénicos para cada patógeno particular. No obstante, si se administran vacunas de subunidades purificadas mediante los protocolos tradicionales de inmunización, los niveles inducidos de inmunidad celular son en su mayoría bajos e incapaces de generar una protección completa contra las enfermedades causadas por los microorganismos intracelulares. Una prometedora alternativa a estos métodos tradicionales mediante el uso de virus recombinantes cuyo genoma codifica las subunidades de vacuna. Los virus recombinantes reúnen varias características que los hacen muy eficientes para inducir las respuestas inmunitarias mediadas por los linfocitos T. 

La introducción de un programa de vacunación implica cambios en la dinámica de la infección en la población y la magnitud de estos cambios va a estar determinada por parámetros relacionados con la interacción entre el agente infeccioso y el huésped (el período de infectividad del agente infeccioso, la tasa de transmisión de la infección y las características sociales y demográficas de la población) y con las características de la vacuna disponible (la efectividad de la vacuna, la duración de la inmunidad inducida por la vacuna y la cobertura de vacunación en la población).

La misión de la Alianza GAVI consiste en salvar vidas de niños y proteger la salud de las personas, aumentando el acceso a la inmunización en los países pobres. Campaña GAVI moviliza recursos y participar a las personas y organizaciones privadas en apoyo de la labor de GAVI.
- La inmunización salva más vidas que cualquier otra intervención médica. Las vacunas también son el medio más rentable para un mundo más sano. Para los niños en los países pobres que no tienen acceso al tratamiento, las vacunas son la única oportunidad de un futuro saludable.

* Desde 2000, GAVI ha evitado que más de cinco millones y medio de muertes futuras
Todos los países elegibles para la ayuda han solicitado al menos una vacuna.


Impacto de los programas de vacunación

Al introducir un programa de vacunación se produce un cambio en la distribución de la población susceptible: la población más joven, previamente susceptible, al ser vacunada, estará protegida, y la población de mayor edad no vacunada y aún susceptible llegará susceptible a edades más avanzadas, en donde las complicaciones, con frecuencia, son más elevadas.

 En la siguiente Tabla, se presenta las estimaciones de R0 y de la proporción de población crítica para interrumpir la transmisión pc, obtenidas de encuestas serológicas estratificadas por edad para determinados agentes infecciosos. Cuanto mayor sea el potencial de transmisión de la infección (medido por el valor de R0) mayor porcentaje de población será necesario vacunar para interrumpir la transmisión. De esta ecuación también se desprende que no es necesario vacunar a toda la población para evitar la difusión de la infección.
Este resultado recibe el nombre de principio de inmunidad de grupo, según el cual un individuo estaría protegido si una proporción crítica de la población estuviera protegida por vacunación.


 Parámetros epidemiológicos de infecciones prevenibles por vacunación en la   infancia.

  *en países desarrollados antes de la vacunación.

   R0: número reproductivo básico.


Las infecciones bacterianas o virales pueden adquirir mayor gravedad o incluso ser letales en niños prematuros. El retraso de la vacunación en prematuros es frecuente. Esto se debe a falta de claridad sobre la seguridad y respuesta inmune de las vacunas así como a una subestimación de los riesgos de las infecciones en estos niños. 

No hay evidencia de que la frecuencia de reacciones adversas a vacunas en prematuros sea mayor que en niños de término. Aunque en prematuros extremos la respuesta inmune a vacunas puede ser menor, generalmente es suficiente para una adecuada protección contra infecciones graves. El esquema de inmunización debe ser similar al del niño de término. En prematuros debieran considerarse vacunas especiales como anti-neumocócicas conjugadas, anti-influenza. Otras estrategias para proteger a estos niños serían la adherencia rigurosa de los contactos intra domiciliarios al esquema del Programa Ampliado de Inmunizaciones así como el uso de vacunas adultos.


Streptococcus pneumoniae es un patógeno que coloniza la mucosa respiratoria superior y al mismo tiempo, puede ser la causa de enfermedades sumamente graves como neumonía, bacteriemia, meningitis y septicemia. Es necesario tener conocimiento sobre los factores de virulencia que determinan la dinámica de colonización y la patogénesis de la enfermedad invasiva, con el propósito de poder incidir en alguna etapa de esta enfermedad para su diagnóstico y tratamiento. La resistencia de S. pneumoniae a la penicilina y muchos otros fármacos antimicrobianos es un problema progresivamente creciente. La mejor forma de proteger en contra de las infecciones neumocócicas será mediante el desarrollo de vacunas. La vacuna de polisacárido capsular es mal inmunógeno en niños menores de dos años de edad. La vacuna de polisacárido conjugada a una proteína acarreadora como la heptavalente, es segura e inmunogénica en los niños desde los dos meses de edad y ha probado ser efectiva para proteger en contra de la enfermedad invasiva, e incluso para disminuir el estado de portador nasofaríngeo para los siete serotipos incluidos en la vacuna.


En los meses noviembre a diciembre se protege contra la influenza a niños entre 6 a 35/12 de edad, niños de 3 a 9 años de edad, que presenten: asma y otras enfermedades pulmonares crónicas, cardiopatías, VIH, problemas renales crónicos, DM y artritis, adultos de 60 años y más.
Desde el 30 de septiembre de 2012 hasta el 9 de febrero de 2013, se informaron a los CDC 64 casos de muerte asociadas a la influenza en niños. Dieciséis casos de muerte de niños estuvieron asociadas con la infección por el virus de la influenza A (H3N2), 19 muertes de niños fueron asociadas con la infección por el virus de influenza A que no ha sido clasificado por subtipos y 29 muertes fueron asociadas con la infección por el virus de la influenza B


El 23 de febrero de 2012 la OMS recomendó que la vacuna contra la influenza para la temporada de 2012-2013 del hemisferio norte contenga los siguientes tres virus de la vacuna: 




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